La Crisis Que Viene
Hace ya tres años que nos vimos asaltados por las primeras noticias de una crisis sólo comparable a la de 1929. Tres años de «brotes verdes», pomposas promesas de recuperación y grandes reformas. Tres años en los que cada anuncio de una recuperación, que sólo estaba a la vuelta de la esquina, se ha truncado ante unos hechos siempre tozudos. La intervención pública a nivel global ha evitado, desde luego, un desmoronamiento de la estructura económica tan catastrófico como el que siguió al crack del ‘29, pero ha sido incapaz de generar un nuevo ciclo de crecimiento que se asemeje, siquiera mínimamente, a una expansión económica. A la vista de estos resultados, el panorama internacional de la próxima década no parece otro que el de un largo estancamiento, quizás puntuado por estallidos financieros regionales y por convulsiones, más o menos regulares, que podrían volver a poner en tensión
todo el sistema económico.